¡Dios te bendiga! Esperamos que las palabras compartidas contigo sean de gran bendición... Son Palabras de vida para Ti... Somos jóvenes encaminados a predicar la Palabra de nuestro Señor Jesucristo mediante la tecnología... Como dice la Biblia en Marcos 16:15: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. " Nuestro propósito e interés: Salvar almas para Cristo...
domingo, 4 de abril de 2010
La gloria de Dios alcanza a todos...
"... Su gloria cubrió los cielos, la tierra se llenó de su alabanza. Su resplandor es como la luz. Rayos brillantes salen de su mano; allí está escondido su poder."
Habacuc 3:3-4
¡Qué hermosa ha sido la mañana de hoy, llena de sol, de cantos hermosos de miles de aves, y llena de ricas fragancias de las flores que rodean mi jardín! ¡Qué preciosa ha sido la tarde, llena de frescura y un hermoso color dorado que lleno mi alma de felicidad! ¡Qué preciosa es ésta noche, tan llena de paz y de miles de estrellas que adornan el inmenso cielo...! Y en medio de todo, en cada etapa del día, la gloria de Dios llenando la faz de la Tierra y llenando nuestros corazones...
Hace dos mil años María Magdalena tuvo la hermosa oportunidad de tener ese encuentro con Cristo, cara a cara. Muy de mañana, cuando era aún de noche, se levantó María Magdalena para ir al sepulcro a perfumar y a preservar el cuerpo de Cristo, llena de tristeza y de desaliento, ante la pérdida de su Rabí (Maestro). Narra San Juan en el capítulo 20, versículos del 11 al 18, que, al llegar al sepulcro, María Magdalena vió la piedra removida y no encontró el cuerpo de Jesús. Lloraba desconsoladamente ante la desaparición del Maestro que, cuando éste le habló, pensaba que era el jardinero de aquel huerto. Muchas veces tenemos vendas espirituales que no nos permíten ver más allá de nuestros problemas. Pensamos, como María Magdalena, que Dios ha desaparecido de nuestro lado y que nos encontramos sólos enfrentando la crisis.
Jesús le preguntó a María Magdalena el por qué de su llanto. Ésta, sin percatarse aún, le contesta con un reclamo por el cuerpo de Cristo. Nos podemos poner en el lugar de María Magdalena cuando, a toda costa, queremos que en nuestras vidas ocurran sucesos o obtengamos beneficios, placeres o cosas materiales que no son beneficiosas para nosotros. Buscamos como satisfacer nuestra carne, en vez de nuestro espíritu, sin darnos cuenta que esas cosas que pedimos no convienen para nuestras vidas. Jesús llamó a María Magdalena por su nombre, y ella reconoció que estaba frente al Maestro. Sus vendas espirituales cayeron de sus ojos y pudo ver la gloria de Dios manifestada. Él te llama por tu nombre para que tus vendas espirituales caigan y puedas ver las bendiciones y la vida eterna que Dios tiene preparado para ti. Sólo queda de ti el aceptarle como tu único y exclusivo Salvador, dar ese paso de fe que te llevará a alcanzar la vida eterna.
Muchas veces ocurren catástrofes en el Mundo, o crisis en nuestras vidas que nos llevan a dudar si Dios está con nosotros y, en casos graves, a pensar que Dios no existe. Muchos se preguntaron dónde estaba Dios en el 9/11, donde murieron tantas personas inocentes (Dios estaba abriendo las puertas del cielo a sus hijos para que pudieran descansar, mientras velaba por los sobrevivientes). Otros cuestionan donde Dios se ocultaba cuando el terremoto de Haití y el terremoto-tsunami de Chile: Dios estaba cuidando a cada uno de los sobrevivientes atrapados en las ruinas, como la anciana que fue encontrada 3 semanas después del terremoto de Haití en la iglesia, el hombre que veía a ese "anciano" que le llevaba agua y consuelo por espacio de mes y medio, mientras estaba pillado bajo los escombros. Estaba en la valentía de aquella niña en Chile que, viendo la ola del tsunami de Chile virar hacia su pueblo, decidió correr al campanario de la iglesia para dar la alarma y, así, salvar a cientos de vecinos. Estaba cuidando al pescador y a su hijo que, sacrificando su vida, salvaron en su pequeño bote a 32 personas, y Dios les recibió en sus brazos amorosos cuando aquella ola viró la embarcación y ellos dos perecieron. Dios está dándole fortaleza a muchas vidas pacientes de cáncer terminal, de sida o de cualquier enfermedad catastrófica. Dios está al lado de aquel desempleado que siente que todo el mundo se siente agobiado por las deudas y piensa que ya no puede más... Dios nunca llega tarde; Él siempre llega a tiempo...
En tu momento de dificultad, en tu momento de crisis, allí está Dios... Su gloria y su poder están como escudo protegiéndote a tu alrededor. Cristo está cargándote en sus brazos mientras caminas por la arena de la inseguridad, por el valle de sombras y muerte. Dios nunca te abandona, pero debes abrir tus ojos espirituales y tu corazón. Es el mejor paso que puedes dar... ¡Atrévete!
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