lunes, 31 de diciembre de 2012

Resoluciones de año nuevo...

Hageo 1:2-8
Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada.  Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo:  ¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?  Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos.  Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto.
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos.  Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová.

Isaías 38:16-17, 20
Oh Señor, por todas estas cosas los hombres vivirán, y en todas ellas está la vida de mi espíritu; pues tú me restablecerás, y harás que viva.
He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.
Jehová me salvará; por tanto cantaremos nuestros cánticos en la casa de Jehová todos los días de nuestra vida.
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Un amigo escribió en su estatus de Facebook que, si querías ver a Dios riéndose, le dijeras tus resoluciones de año nuevo. Y es muy cierto... Cuando llega el fin de año siempre miramos atrás y nos damos cuenta de las muchas cosas que prometimos a principio de año y que dejamos incompletas... Muchas veces esto causa frustración a nuestras vidas.  Hoy, en vez de hacer una resolución para el nuevo año, dale gracias a Dios por todas las cosas, buenas y malas, que pasaron en el 2012. Las buenas, porque llenaron de alegría tu corazón. Las malas, porque te permitieron madurar y conocer que a pesar de las caídas que suframos en esta vida, Dios nos levanta y nos ayuda a continuar. 

Dile al Señor en este fin de año: "Dios, me encuentro en el umbral de un nuevo año. Por favor, ayúdame a abordar todos mis asuntos con bondad, justicia y acierto, de acuerdo a tu voluntad.  Permite que, así como el rey Salomón escribió en el libro de Proverbios, capítulo 3:21-24: "No se aparten  estas cosas  de tus ojos, guarda la prudencia y la discreción, y serán vida para tu alma, y adorno para tu cuello. Entonces andarás con seguridad por tu camino, y no tropezará tu pie. Cuando te acuestes no tendrás temor, sí, te acostarás y será dulce tu sueño." Confío en tus promesas y pongo mi vida en tus manos para que me cuides y dirijas hoy y siempre. Por el nombre de tu hijo amado Jesucristo, y a través de tu Espíritu Santo sé que ya está hecho. Amen."

Mientras tanto, seguiré dándole gracias a Dios porque te puso en mi vida. Feliz año nuevo y que Dios te colme de sabiduría, amor, salud y gozo para ti, tu familia y seres queridos!!! Dios te bendiga siempre!!! 

sábado, 29 de diciembre de 2012

Este es el año de la buena voluntad del Señor, así que, no se turbe vuestro corazón, ni tengan miedo...

Dios tiene bendiciones para nosotros cada día, pero él camino del cristiano no ea uno de rosas.  Tenemos que luchar contra potestades y malicias para poder vencer los ataques del enemigo, que es Satanás.  Esa lucha no es con nuestras fuerzas, sino con las fuerzas que nos da Dios mediante Su hijo Jesús, y con la ayuda y guianza del Espíritu Santo.  No estamos sólo, Dios está con nosotros y tiene preparado para ti y para mí grandes bendiciones al final de cada prueba.  Sólo debemos perseverar y vencer.  Aquí les dejo parte de las promesas que Dios tiene para nosotros, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Dios les bendiga!!

Isaias 61
El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;  a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;   a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.  Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones.
   Y extranjeros apacentarán vuestras ovejas, y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores.  Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes.  En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra, os alabarán en sus heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doble honra, y tendrán perpetuo gozo.
   Porque yo Jehová soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto; por tanto, afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo.  Y la descendencia de ellos será conocida entre las naciones, y sus renuevos en medio de los pueblos; todos los que los vieren, reconocerán que son linaje bendito de Jehová.
   En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.   Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones.

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SAN JUAN 14:1-4, 6-7, 11-21, 23-24, 26-31

No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.  En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.  Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.  Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.  Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.  Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
   Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
   De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.  Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.  Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
   Si me amáis, guardad mis mandamientos.  Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:  el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
   No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.  Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.  En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.  El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.  Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.  El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
   Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.  La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.  Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.  Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis.  No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.  Mas para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vamos de aquí.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Estad quietos y descansad en Dios y en sus promesas...

Muchas veces queremos resolver todas nuestras situaciones y problemas a nuestra forma, y no le permitimos a Dios hacer Su obra en nosotros. Tanto en el Antiguo, como en el Nuevo Testamento, se nos indica que debemos esperar en el Señor. Aquí les dejo dos porciones bíblicas donde nos da esta recomendación:

Habacuc 3:2-4,13,16-19

Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia. Dios vendrá de Temán, Y el Santo desde el monte de Parán. Su gloria cubrió los cielos, Y la tierra se llenó de su alabanza. Y el resplandor fue como la luz; Rayos brillantes salían de su mano, Y allí estaba escondido su poder. Oí, y se conmovieron mis entrañas; A la voz temblaron mis labios; Pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me estremecí; Si bien estaré quieto en el día de la angustia, Cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas. Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar. Al jefe de los cantores, sobre mis instrumentos de cuerdas.

****************************** San Mateo 11:25-30

En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó. Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Palabra del Día: Proverbios 12:1-28

El que ama la instrucción ama la sabiduría;
Mas el que aborrece la reprensión es ignorante.
   El bueno alcanzará favor de Jehová;
Mas él condenará al hombre de malos pensamientos.
   El hombre no se afirmará por medio de la impiedad;
Mas la raíz de los justos no será removida.
   La mujer virtuosa es corona de su marido;
Mas la mala, como carcoma en sus huesos.
   Los pensamientos de los justos son rectitud;
Mas los consejos de los impíos, engaño.
   Las palabras de los impíos son asechanzas para derramar sangre;
Mas la boca de los rectos los librará.
   Dios trastornará a los impíos, y no serán más;
Pero la casa de los justos permanecerá firme.
   Según su sabiduría es alabado el hombre;
Mas el perverso de corazón será menospreciado.
   Más vale el despreciado que tiene servidores,
Que el que se jacta, y carece de pan.
   El justo cuida de la vida de su bestia;
Mas el corazón de los impíos es cruel.
   El que labra su tierra se saciará de pan;
Mas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento.
   Codicia el impío la red de los malvados;
Mas la raíz de los justos dará fruto.
   El impío es enredado en la prevaricación de sus labios;
Mas el justo saldrá de la tribulación.
   El hombre será saciado de bien del fruto de su boca;
Y le será pagado según la obra de sus manos.
   El camino del necio es derecho en su opinión;
Mas el que obedece al consejo es sabio.
   El necio al punto da a conocer su ira;
Mas el que no hace caso de la injuria es prudente.
   El que habla verdad declara justicia;
Mas el testigo mentiroso, engaño.
   Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada;
Mas la lengua de los sabios es medicina.
   El labio veraz permanecerá para siempre;
Mas la lengua mentirosa sólo por un momento.
   Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal;
Pero alegría en el de los que piensan el bien.
   Ninguna adversidad acontecerá al justo;
Mas los impíos serán colmados de males.
   Los labios mentirosos son abominación a Jehová;
Pero los que hacen verdad son su contentamiento.
   El hombre cuerdo encubre su saber;
Mas el corazón de los necios publica la necedad.
   La mano de los diligentes señoreará;
Mas la negligencia será tributaria.
   La congoja en el corazón del hombre lo abate;
Mas la buena palabra lo alegra.
   El justo sirve de guía a su prójimo;
Mas el camino de los impíos les hace errar.
   El indolente ni aun asará lo que ha cazado;
Pero haber precioso del hombre es la diligencia.
   En el camino de la justicia está la vida;
Y en sus caminos no hay muerte.

jueves, 20 de diciembre de 2012

El fin del Mundo...

Mi contestación a las profecías Mayas, a los que creen en dichas profecías y a los listos que se están lucrando de esas profecías… Nadie puede determinar cuándo será nuestro fin, excepto Dios, quien es el autor y consumador de todas las cosas creadas. Dios no miente, y por eso estableció en su Palabra que, cuando Él venga a buscar a su pueblo, nadie se lo esperará. Prefiero creerle a Dios, a creer cosas que de verdad no llenan mi alma.

Amigo, mi intención no es ofender a nadie. Simplemente lee lo que dice la Palabra de Dios. Mañana hablaremos. ¡Dios te bendiga!

San Mateo 24:27, 29- 31, 33, 35-39, 42-44 “Señales del fin”

(Otras referencias: Marcos 13:24-37, Lucas 21:25-36, 17.25-36; 12.41-48)

27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.

La venida del Hijo del Hombre

29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. 30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. 31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. 33 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. 37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. 38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, 39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. 42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. 43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. 44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.

Confía en Dios...

Palabra del Día: Locos por Jesús (2 CORINTIOS 5:1-21)

Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.  Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial;  pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos.  Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.  Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu.
   Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor  (porque por fe andamos, no por vista);  pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.  Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.  Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
   Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias.  No nos recomendamos, pues, otra vez a vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis con qué responder a los que se glorían en las apariencias y no en el corazón.  Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros.  Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;  y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
   De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.  De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.  Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;  que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.  Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.  Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Palabra del Día: Proverbios 3:1-35

Hijo mío, no te olvides de mi ley,
Y tu corazón guarde mis mandamientos;
   Porque largura de días y años de vida
Y paz te aumentarán.
   Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad;
Átalas a tu cuello,
Escríbelas en la tabla de tu corazón;
   Y hallarás gracia y buena opinión
Ante los ojos de Dios y de los hombres.
   Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
   Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.
   No seas sabio en tu propia opinión;
Teme a Jehová, y apártate del mal;
   Porque será medicina a tu cuerpo,
Y refrigerio para tus huesos.
   Honra a Jehová con tus bienes,
Y con las primicias de todos tus frutos;
   Y serán llenos tus graneros con abundancia,
Y tus lagares rebosarán de mosto.
   No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová,
Ni te fatigues de su corrección;
   Porque Jehová al que ama castiga,
Como el padre al hijo a quien quiere.
   Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría,
Y que obtiene la inteligencia;
   Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,
Y sus frutos más que el oro fino.
   Más preciosa es que las piedras preciosas;
Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.
   Largura de días está en su mano derecha;
En su izquierda, riquezas y honra.
   Sus caminos son caminos deleitosos,
Y todas sus veredas paz.
   Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano,
Y bienaventurados son los que la retienen.
   Jehová con sabiduría fundó la tierra;
Afirmó los cielos con inteligencia.
   Con su ciencia los abismos fueron divididos,
Y destilan rocío los cielos.
   Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos;
Guarda la ley y el consejo,
   Y serán vida a tu alma,
Y gracia a tu cuello.
   Entonces andarás por tu camino confiadamente,
Y tu pie no tropezará.
   Cuando te acuestes, no tendrás temor,
Sino que te acostarás, y tu sueño será grato.
   No tendrás temor de pavor repentino,
Ni de la ruina de los impíos cuando viniere,
   Porque Jehová será tu confianza,
Y él preservará tu pie de quedar preso.
   No te niegues a hacer el bien a quien es debido,
Cuando tuvieres poder para hacerlo.
   No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve,
Y mañana te daré,
Cuando tienes contigo qué darle.
   No intentes mal contra tu prójimo
Que habita confiado junto a ti.
   No tengas pleito con nadie sin razón,
Si no te han hecho agravio.
   No envidies al hombre injusto,
Ni escojas ninguno de sus caminos.
   Porque Jehová abomina al perverso;
Mas su comunión íntima es con los justos.
   La maldición de Jehová está en la casa del impío,
Pero bendecirá la morada de los justos.
   Ciertamente él escarnecerá a los escarnecedores,
Y a los humildes dará gracia.
   Los sabios heredarán honra,
Mas los necios llevarán ignominia.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Palabra del Día: 1 Pedro 1:3-25

Nuestra esperanza de vida que nos lleva a vivir de manera santa ante la presencia de Dios...

Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,  para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,  que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.  En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,  para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,  a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;  obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
   Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación,  escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.  A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.
   Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;  como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;  sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;  porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.   Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;  sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,  sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,  ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,  y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.
   Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;  siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.  Porque:
Toda carne es como hierba,
Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba.
La hierba se seca, y la flor se cae;
   Mas la palabra del Señor permanece para siempre.
Y ésta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Palabra del día: SALMOS 95:1-9

Venid, aclamemos alegremente a Jehová; Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante su presencia con alabanza; Aclamémosle con cánticos. Porque Jehová es Dios grande, Y Rey grande sobre todos los dioses. Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas. Suyo también el mar, pues él lo hizo; Y sus manos formaron la tierra seca. Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, Como en el día de Masah en el desierto, Donde me tentaron vuestros padres, Me probaron, y vieron mis obras.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Palabra del Día: JEREMÍAS 31:1-25, 27-40

En aquel tiempo, dice Jehová, yo seré por Dios a todas las familias de Israel, y ellas me serán a mí por pueblo.
   Así ha dicho Jehová: El pueblo que escapó de la espada halló gracia en el desierto, cuando Israel iba en busca de reposo.  Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.  Aún te edificaré, y serás edificada, oh virgen de Israel; todavía serás adornada con tus panderos, y saldrás en alegres danzas.  Aún plantarás viñas en los montes de Samaria; plantarán los que plantan, y disfrutarán de ellas.  Porque habrá día en que clamarán los guardas en el monte de Efraín: Levantaos, y subamos a Sion, a Jehová nuestro Dios.
   Porque así ha dicho Jehová: Regocijaos en Jacob con alegría, y dad voces de júbilo a la cabeza de naciones; haced oír, alabad, y decid: Oh Jehová, salva a tu pueblo, el remanente de Israel.  He aquí yo los hago volver de la tierra del norte, y los reuniré de los fines de la tierra, y entre ellos ciegos y cojos, la mujer que está encinta y la que dio a luz juntamente; en gran compañía volverán acá.  Irán con lloro, mas con misericordia los haré volver, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy a Israel por padre, y Efraín es mi primogénito.
   Oíd palabra de Jehová, oh naciones, y hacedlo saber en las costas que están lejos, y decid: El que esparció a Israel lo reunirá y guardará, como el pastor a su rebaño.  Porque Jehová redimió a Jacob, lo redimió de mano del más fuerte que él.  Y vendrán con gritos de gozo en lo alto de Sion, y correrán al bien de Jehová, al pan, al vino, al aceite, y al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, y nunca más tendrán dolor.  Entonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos juntamente; y cambiaré su lloro en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor.  Y el alma del sacerdote satisfaré con abundancia, y mi pueblo será saciado de mi bien, dice Jehová.
   Así ha dicho Jehová: Voz fue oída en Ramá, llanto y lloro amargo; Raquel que lamenta por sus hijos, y no quiso ser consolada acerca de sus hijos, porque perecieron.
   Así ha dicho Jehová: Reprime del llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos; porque salario hay para tu trabajo, dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo.  Esperanza hay también para tu porvenir, dice Jehová, y los hijos volverán a su propia tierra.  Escuchando, he oído a Efraín que se lamentaba: Me azotaste, y fui castigado como novillo indómito; conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios.  Porque después que me aparté tuve arrepentimiento, y después que reconocí mi falta, herí mi muslo; me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud.  ¿No es Efraín hijo precioso para mí? ¿no es niño en quien me deleito? pues desde que hablé de él, me he acordado de él constantemente. Por eso mis entrañas se conmovieron por él; ciertamente tendré de él misericordia, dice Jehová.
   Establécete señales, ponte majanos altos, nota atentamente la calzada; vuélvete por el camino por donde fuiste, virgen de Israel, vuelve a estas tus ciudades.  ¿Hasta cuándo andarás errante, oh hija contumaz? Porque Jehová creará una cosa nueva sobre la tierra: la mujer rodeará al varón.
   Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Aún dirán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo haga volver sus cautivos: Jehová te bendiga, oh morada de justicia, oh monte santo.  Y habitará allí Judá, y también en todas sus ciudades labradores, y los que van con rebaño.  Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida.
   He aquí vienen días, dice Jehová, en que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá de simiente de hombre y de simiente de animal.  Y así como tuve cuidado de ellos para arrancar y derribar, y trastornar y perder y afligir, tendré cuidado de ellos para edificar y plantar, dice Jehová.  En aquellos días no dirán más: Los padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera,   sino que cada cual morirá por su propia maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias, tendrán la dentera.
   He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.  No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.  Pero éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.  Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.,
   Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre:  Si faltaren estas leyes delante de mí, dice Jehová, también la descendencia de Israel faltará para no ser nación delante de mí eternamente.
   Así ha dicho Jehová: Si los cielos arriba se pueden medir, y explorarse abajo los fundamentos de la tierra, también yo desecharé toda la descendencia de Israel por todo lo que hicieron, dice Jehová.
   He aquí que vienen días, dice Jehová, en que la ciudad será edificada a Jehová, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del Ángulo.  Y saldrá más allá el cordel de la medida delante de él sobre el collado de Gareb, y rodeará a Goa.  Y todo el valle de los cuerpos muertos y de la ceniza, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los caballos al oriente, será santo a Jehová; no será arrancada ni destruida más para siempre.

martes, 11 de diciembre de 2012

Palabra Del Día: PROVERBIOS 13:1-25

El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones. Del fruto de su boca el hombre comerá el bien; Mas el alma de los prevaricadores hallará el mal. El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad. El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada. El justo aborrece la palabra de mentira; Mas el impío se hace odioso e infame. La justicia guarda al de perfecto camino; Mas la impiedad trastornará al pecador. Hay quienes pretenden ser ricos, y no tienen nada; Y hay quienes pretenden ser pobres, y tienen muchas riquezas. El rescate de la vida del hombre está en sus riquezas; Pero el pobre no oye censuras. La luz de los justos se alegrará; Mas se apagará la lámpara de los impíos. Ciertamente la soberbia concebirá contienda; Mas con los avisados está la sabiduría. Las riquezas de vanidad disminuirán; Pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta. La esperanza que se demora es tormento del corazón; Pero árbol de vida es el deseo cumplido. El que menosprecia el precepto perecerá por ello; Mas el que teme el mandamiento será recompensado. La ley del sabio es manantial de vida Para apartarse de los lazos de la muerte. El buen entendimiento da gracia; Mas el camino de los transgresores es duro. Todo hombre prudente procede con sabiduría; Mas el necio manifestará necedad. El mal mensajero acarrea desgracia; Mas el mensajero fiel acarrea salud. Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; Mas el que guarda la corrección recibirá honra. El deseo cumplido regocija el alma; Pero apartarse del mal es abominación a los necios. El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado. El mal perseguirá a los pecadores, Mas los justos serán premiados con el bien. El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos; Pero la riqueza del pecador está guardada para el justo. En el barbecho de los pobres hay mucho pan; Mas se pierde por falta de juicio. El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige. El justo come hasta saciar su alma; Mas el vientre de los impíos tendrá necesidad.

lunes, 10 de diciembre de 2012

La fragilidad de la Vida


"Hazme saber, Jehová, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; 

sepa yo cuán frágil soy."

Salmos 39:4


El pasado domingo, 9 de diciembre, luego de tener un concierto a casa llena, la cantante de música norteña, Jenny Rivera, subió a un avión con destino a Ciudad México, para cumplir con una serie de compromisos artísticos.  Antes de subir a ese avión, le informó a la prensa mexicana que ella se sentía en paz, y agradecida de Dios por las muchas bendiciones que Él le había dado.  Todo aparentaba ser alegría y fiesta, contenta con sus nuevos compromisos y proyectos.  Sin embargo, no sabía lo que le deparaba el futuro.  Diez minutos después del despegue de Monterrey, su avión desapareció del radar y su voz se extinguió para siempre.  

No sabía mucho sobre la vida de Jenny Rivera.  Sí conocía un poco de su trayectoria artística por lo que presentaban los medios televisivos de Puerto Rico acerca de sus proyectos, participación con otros cantantes de la Isla, y sus escándalos en su vida no tan privada.  Sin embargo, quienes muchas veces la criticaron, hoy resaltaban su calidad de ser humano, ya que reseñaban como ella se entregaba a las buenas causas, ayudando a niños maltratados y abusados y a personas enfermas de cáncer. Además, nadie podía explicarse cómo ella, estando en el tope de su carrera artística, sufría este desastre.  Y no, sólo Jenny perdió su vida, sino que, junto a ella, seis personas perdieron la vida.

No quiero que piensen que soy fan de la cantante, o que estoy idolatrándola a través de esta reflexión.  Lo que quiero llevar como mensaje es cómo la vida se encuentra en un hilo tan fino, donde ahora estamos presentes y a los par de segundos no sabemos donde estaremos. Se puede determinar el día en que nacerá un niño o niña, pero nadie puede determinar qué día partiremos de este planeta.   Ya sea que estemos caminando en la calle y nos tropecemos, que vayamos en un auto y tengamos un accidente o que simplemente durmiendo nos de un infarto cardiaco, podemos morir en cualquier momento.  Lo importante ante todo esto es, ¿sabe dónde va a vivir su eternidad?  

Dice la palabra de Dios en el Evangelio según San Juan, capítulo 3, versículo 16, 
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."

VIDA ETERNA- eso es lo que buscamos; nuestro propósito divino en esta Tierra.  Alcanzar la vida eterna, no a través de las riquezas que poseamos, como pensaba el joven rico en Marcos 10:17-31.  Tampoco es a través de las buenas obras que podamos realizar.  Nuestra salvación proviene de tan sólo aceptar al Señor Jesús como nuestro exclusivo Salvador y autor de nuestras vidas.  Sólo debemos de creerle a Él.  Esa es la clave.
 
Dios lleva muchos años, décadas, siglos, dando palabras a sus siervos para que prediquen este mensaje de salvación.  Como dice en Juan 5: 24: 
"De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida." 

Tenemos la oportunidad de oro para aceptar al Señor y alcanzar la vida eterna. Sin embargo, muchos dicen que prefieren dejarlo para después, porque están disfrutando sus vidas tal y como están ahora.  Sólo recuerda, como dice el en el libro del profeta Daniel, capítulo 12 versículo 2, dice:
 "Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua."
 Es decir, que Dios nos da la opción de vivir una vida eterna, más allá de la muerte, a su lado; una vida llena de paz.  La otra opción que existe es una vida eterna de sufrimiento en el infierno, donde será el llanto y el crujir de dientes.  No digo esto para darte miedo ni para que sientas temor, estoy hablando de una realidad que todos tenemos que pasar al momento de la muerte.

No sé si Jenny Rivera tuvo la oportunidad de pedirle al Señor el perdón de sus pecados y de reconciliarse con Dios, ya que en el 2009 había aceptado a Cristo como su Salvador.  No se sabe a ciencia cierta si ese avión explotó en el aire, si ellos estaban vivos cuando se precipitó a tierra o que ocurrió. Dios haya tenido misericordia de ella y los demás tripulantes, y que Jenny le haya podido presentar el plan de Salvación a los demás, para que todos hayan alcanzado la vida eterna.  Lo que me resta hacer es pedirle al Señor fortaleza para la familia de esta mujer luchadora y de los tripulantes y pasajeros de este avión, además de que esta situación una más a las familias y se acabe toda rencilla y peleas entre ellos.  Esos son mis mejores deseos para ellos.
Pero para ti, amigo o amiga que lees esta reflexión, mi mayor deseo es que puedas aceptar al Señor como tu Único Salvador personal y que juntos podamos encontrarnos en el cielo para compartir con Dios la vida eterna, ya sea cuando partamos de esta Tierra en la muerte física de nuestro cuerpo, o cuando Cristo venga a levantar a su pueblo escogido.  Lo único que debes hacer es repetir esta oración:
"Señor Jesús, me presento delante de ti para pedirte que anotes mi nombre en el Libro de la Vida.  Sé que he pecado y reconozco mis transgresiones delante de Ti, pero también reconozco que sólo Tú tienes el poder de tomar mi vida, purificarme de todos mis pecados y arrojar los mismos al fondo del mar.  Te acepto como mi Único y Exclusivo Salvador, y reconozco que sin Ti nada soy.  Te pido, Dios, que me ayudes a conservar mi nombre en el Libro de la Vida y que, de ahora en adelante, seas Tú quien tome el control de mi vida, mi alma y mi ser.  Me entrego por completo a Ti.  Confío en tus promesas y en tu palabra de que soy lavado por la sangre preciosa que derramó tu hijo Jesús para darme salvación.  Amen."

Créeme, no te arrepentirás de tomar esa decisión tan importante para tu vida. Si quieres la oración, puedes comunicarte conmigo a palabras-vida@hotmail.com, o a sembrandobuenasemilla@gmail.com.  ¡Dios te continúe bendiciendo hoy y siempre!