¡Dios te bendiga! Esperamos que las palabras compartidas contigo sean de gran bendición... Son Palabras de vida para Ti... Somos jóvenes encaminados a predicar la Palabra de nuestro Señor Jesucristo mediante la tecnología... Como dice la Biblia en Marcos 16:15: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. " Nuestro propósito e interés: Salvar almas para Cristo...
martes, 30 de marzo de 2010
Andando por el Valle de Sombras de Muerte...
Cuando pequeña mis padres solían llevarme al circo a ver las diferentes atracciones. Me fascinaban las acrobacias: desde la pequeña joven que corría a caballo parada sobre este, hasta el payaso que brincaba desde el suelo hasta una silla bien alta, encima de sus compañeros. Pero, lo que más me llenaba de terror era ver a los trapecistas, en especial, al que caminaba sobre la cuerda. Me cubría los ojos para no ver este acto. Cuando la persona llegaba al final de la cuerda y todos comenzaban a aplaudir, entonces yo abría mis ojos y aplaudía hasta el cansancio.
Hace cinco años atrás yo pasé por esa cuerda floja. Me vi parada sobre ella y a cada lado de esta cuerda lo que había era muerte. Pasé por una situación de violencia doméstica en donde me cegué completamente y por poco cometía un error que me afectaría para toda la vida. Sin embargo, el Pastor de pastores, Dios, envío a sus ángeles a protegerme y a librarme de la mano de esa persona que robó mi confianza. Sin embargo, nosotros los seres humanos creemos ser capaz de todo y de que nuestras vidas nos pertenecen. En mi ignorancia, comencé a vivir en rebeldía contra todos: mi familia, mis amigos, mi trabajo, hasta con Dios. Actuaba de forma tal que, aunque tenía temor de Dios, vivía como si el no existiera. ¡Qué triste fue vivir de esa manera!
Sin embargo, Cristo siempre está pendiente de nosotros. A pesar de mi rebeldía, Él cuidaba sobre mí. Dios me libró de muchas caídas y muchos peligros durante ese momento, y aún hoy lo hace. Después de dos años de rebeldía, recapacité de mis errores y volví a sus caminos. ¡Qué bueno y misericordioso es el Señor y que grande es su amor para con nosotros!
Dice el Salmo 23:4 : "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo..." El salmista David hace una comparación de lo que el pasaba con las ovejas cuando se extraviaban por los valles obscuros y peligrosos de Israel y cómo el pastor de esas ovejas iba tras de la oveja perdida a rescatarla. Este no se quedaba tranquilo y aceptaba la pérdida de esa oveja, sino que la buscaba hasta encontrarla, la tomaba en sus brazos, la llevaba al redil y la curaba con amor, como si fuera uno de sus hijos. Así mismo hace el Padre Celestial con nosotros.
La muerte y el pecado se proyectan como sombras aterradoras sobre nuestras vidas. Nos encontramos indefensos; nuestra fortaleza y nuestro ánimo se debilita y, es así, como el diablo se aprovecha de nosotros y nos hace pensar que somos inútiles, que estamos desamparados y sólos en este Mundo. Sin embargo, Dios nos demuestra que siempre nos lleva en sus brazos amorosos para que el dolor y el sufrimiento de la prueba. Él, al igual que el buen pastor, nos carga en sus brazos lleno de amor, nos cura las heridas que nos propicia la vida y nos lleva a descansar en remanso de paz. Dios no nos abandona en momento de la prueba. La Biblia declara en diversos pasajes que Dios está siempre con nosotros. En el Salmo 138:7 dice: "Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás... y me salvará tu diestra." En Proverbios 3:26": "Porque Jehová será tu confianza..." Y por último, en el libro de Isaías declara: "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia"(Isaías 41:10). En Isaías 43:1-3, Dios nos recuerda lo siguiente: "No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo, Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador."
La Palabra de Dios es fiel y verdadera. Nunca regresa vacía. Sus promesas son ciertas y se cumplen en cada uno de nosotros. Depende de nosotros el aceptar cada una de sus promesas y recibir cada una de sus bendiciones. Sólo una persona puede caminar con nosotros a lo largo del valle sombrío de la muerte y del pecado, y nos ayuda a pasar hasta el otro lado a salvo: Él es el Dios de la vida, nuestro pastor. La vida es incierta, y por eso debemos seguir a este pastor que nos ofrece eterna paz. Él espera por ti... Da ese paso para salir del Valle de Sombra de Muerte...
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